La chimenea es uno de los sistemas de calefacción más eficientes que podemos encontrarnos

Tener una chimenea en casa probablemente sea el objeto de ensueño de muchas personas. Empezar el invierno, tomar una taza de chocolate caliente y sentarte frente a la chimenea probablemente sea una de las cosas que más apetecen de cara al frío.

Además, hablando de chimeneas, es uno de los sistemas de calefacción más eficientes que podemos encontrarnos y cuando acaba el invierno muchas personas se olvidan de ella hasta la próxima temporada de invierno. Por ello, ahora que poco a poco se va acercando el frío y que el termómetro empieza a bajar sin parar, debemos tener a punto nuestra chimenea, para poder disfrutar de ella durante todo el invierno. Lo que debemos hacer primero que nada es dejarla a punto una vez finaliza el verano, por ello, esto es lo que debemos hacer:

Dejarla en buenas condiciones

Antes de olvidarnos por completo de nuestra chimenea, es importante dejarla en buenas condiciones porque, de lo contrario, cuando queramos usarla en la próxima temporada es posible que experimentemos ciertos problemas.

Por ello, nuestra chimenea necesitará un mantenimiento durante los meses de verano para que tenga un mejor funcionamiento el resto del año. Existen una serie de pasos que debemos dar si queremos garantizar que nuestra chimenea continúe funcionando de manera perfecta de cara al invierno.

Trucos para mantener la chimenea en perfecto estado

1. Limpia bien tu chimenea

Si hay ceniza en la chimenea, debes seguir este paso, ya que la acumulación excesiva de la misma puede afectar la circulación del aire y a la capacidad de la chimenea para ventilar adecuadamente.

Si dejamos que esos restos permanezcan allí durante todo el verano, podríamos provocar diversos problemas, como incendios. O la suciedad podría incrustarse y afectar al funcionamiento de este dispositivo.

2. Elimina la suciedad del cristal

El cristal es uno de los puntos de la chimenea que más se ensucia. Aunque lo normal es que no lo estemos limpiando a diario, sí que debemos tratar de quitar toda la suciedad durante la primavera porque, si la dejamos mucho tiempo, se incrustará y luego va a resultar más complicado.

3. Verificar su estado

Para asegurarnos de que no hay daños, es recomendable inspeccionar la chimenea periódicamente, obstrucciones o acumulaciones de hollín, pero esto es especialmente si vamos a dejar de usarla durante una temporada larga. Piensa que, en caso de existir alguna avería, es mejor solucionarla en aquel momento en el cual no tengas que utilizarla porque te resultará más cómodo y, además, será mucho más económico.

4. Cierra o tapa la chimenea

Si no vas a emplear tu chimenea durante toda la temporada, también es aconsejable que busques la manera de cerrar o tapar la misma. De esta forma evitarás que entre suciedad o se cuelen distintos tipos de bichos, lo que podría dar lugar a malos olores.